lunes, marzo 26, 2007

Aprobado el SICELE

Con gran júbilo se ha celebrado la presentación que se hizo ante los Reyes de España y el Presidente de Colombia, el pasado 24 de marzo en la ciudad de Medellín, del Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (SICELE).

De manos del director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, la pareja de monarcas y el presidente de Colombia, recibieron el fruto de varios años de trabajo de académicos, universitarios y especialistas.

Si bien es cierto que la importancia de nuestro idioma ha recobrado vigencia en los últimos años, debemos recordar que se debe más a lo que representamos como comunidad económicamente emergente y con incrementos significativos en nuestra capacidad de consumo o en la gran cantidad de mano de obra calificada que estamos aportando a países como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia e Inglaterra, que al impacto directo que tengamos para las economías de países más desarrollados que los nuestros.

Aplaudo el esfuerzo de las Academias de la Lengua, Universidades e instituciones encargadas de la preparación del SICELE, así como la humildad con la que asumimos nuestro compromiso de velar por la masificación y preservación de nuestra lengua madre.

Aplaudo también el sueño de reunir en una sola prueba la amplia y variada gama de interpretaciones de nuestro vocablos.

Sin embargo, confío en que de alguna manera estos esfuerzos sirvan para que valoremos la riqueza de nuestro idioma, y que de paso no se nos nuble la visión alimentando un ego que nos termine encerrando en nuestras tierras, olvidándonos de la importancia de aprender otros idiomas.

Tengamos presente que es China, con su acelerado desarrollo industrial, económico y comercial, la que se ha emplazado entre países como Estados Unidos, el Reino Unido y los países miembros de la Unión Europea, llevándolos a ver como sus economías se resienten con el simple vacilar de las bolsas de valores de Shangai y Beijing.

Y más cerca aún, Brasil, que en nuestro continente no solo está consolidándose como potencia agrícola, industrial y de servicios, sino que está apuntando hacia un desarrollo sostenible de su economía.

Lo paradójico es que en China el número de personas que hablan inglés, dobla al total de la población de los Estados Unidos y en Brasil, solo una pequeña minoría domina el español como segundo idioma.

Bien por el SICELE.

Mejor aún por que sigamos desprendiéndonos de las visiones provincianas de nosotros mismos, de nuestro vecinos y del mundo entero.

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